Amor conveniente

Estoy estancada en el tiempo, en el espacio, en las palabras y en el mismo silencio. Te tengo y no te tengo. Me tienes y no me tienes. Te vas cuando quieres, y no llegas cuando yo quiero. Es loco este amor nuestro. Y de tan loco que es, lo mejor es protegerlo. Si intentamos llevarlo por lo cuerdo, lo lesionamos. Puede que lo perdamos. De tal manera, enloqueceremos los tres por el tedio. Eso sí que no, eso no lo permitiremos. 




Testamento de un drogadicto

A ti te dejo mis venas para que puedas llenar en ellas la sangre que un día fuera la razón de mí existir…

A ti te dejo mis besos de aquellos labios modestos que un día fueron exceso pero que aún quieren vivir…

A ti te dejo mis cantos que pretendieron enamorarte y que un día fueron tu baluarte, hoy solo suena un morir…

A ti te dejo el deseo de creer en mi mundo nuevo y que un día logres el modelo para que puedas sobrevivir…

A ti te dejo estos vicios de un total brutal drogadicto, de venas de besos y cantos, y el deseo de amarte a ti…


Para mi sos como ese cafe en la mañana.
el cigarrillo en momentos de melancolía.
el chocolate caliente en una noche fria


Haces que el tiempo se escurra fácil y rápido mientras veo cada movimiento que haces, mientras te veo respirar, mientras te tengo aquí a mi lado en silencio, no hacen falta las palabras, tan sólo tenerte es lo único que necesito.



Le bastaba tocarme para transformar mi llanto en suspiros y mi enojo en deseo.
 ¡Qué complaciente es el amor, que todo lo perdona!” 




El amor  es ese sentimiento que calma tu vida,  y cada dia la hace mas alegre.
Eso es lo que tu me das, y es lo que yo quiero darte para siempre..

Conmigo...
Esquivamos los cielos claros, pero dejamos los nublados en la habitación. Y andamos gran parte de los días sin soles, por el temor a las tormentas. El miedo no es para el amor, ni mucho menos, para los amantes náufragos. Hay una idea instaurada de cómo se debe amar, en una sociedad que desquiere, pero pretende enseñar. Somos momentáneos e irrepetibles, tanto como esos rostros que súbitamente encontramos, o nos desencuentran. Y seguimos apostando a las esperas, antes de que el supuesto error, nos sume al desencanto. Olvidando que el riesgo, es parte del intento. No te quedes con ganas. Quédate conmigo.