Dijiste que podía contar contigo, 
que todo lo hacías por mí. 
No dijiste que en realidad lo hacías por ti mismo, 
para sentirte bueno y bondadoso, 
y excelente en tu labor.

Dijiste que debía seguir mi corazón, 

sin importar lo que la sociedad comentara.
 No dijiste que tú no te considerabas
 parte de la sociedad.

Dijiste que podía hacer mis sueños realidad.

 Pero no dijiste que solo querías que hiciera 
realidad lo que tú deseabas para mí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario